El emprendimiento es una mentalidad que no se puede dividir en una fórmula o un simple cálculo porque es impredecible y difícil. ¿Pero sabes qué? ¡No lo cambiaría por nada del mundo! Eso es parte de lo que me encanta de tener mi propio negocio.
Pero como empresarios, nos mentimos a nosotros mismos todos los días. Mentimos sobre lo productivos que somos, cuáles son nuestros objetivos para el día y cuán comprometidos estamos con nuestro éxito. Lo hacemos porque a veces es más fácil creer en el mito que enfrentar verdades incómodas.
A continuación se presentan algunos de los clásicos que encuentro todo el tiempo cuando entreno a mi gente.
«Ajetreo».
Como empresarios, parece que tenemos esta mentalidad de ajetreo perpetuo. Cuando recién comenzamos, a menudo pensamos que la única manera de tener éxito es apresurándose, apresurándose y más apresurándose. ¡Esto simplemente no es cierto!
Mucha gente hoy en día está tratando de apresurarse 24/7. Sus días y noches los pasan trabajando o durmiendo, y cuando no lo están haciendo, están en sus teléfonos.
Sin embargo, de lo que no nos damos cuenta es de que no importa lo duro que trabajemos o cuántas horas invertimos, nunca llegaremos a donde queremos estar sin tomarnos un tiempo para descansar.
Admitir que necesitamos tiempo para nosotros mismos lejos de nuestro negocio puede ser un ajuste difícil de hacer, pero son estos descansos los que realmente nos ayudarán a avanzar de una manera decidida.
«Moverte siempre adelante».
Otra mentira común que nos decimos a nosotros mismos es que tenemos que estar constantemente avanzando.
Pero adivina qué: ¡quedarse donde estás también está bien! No necesitas estar constantemente motivado. No necesitas ser constantemente ambicioso. Solo tienes que estar contento con el lugar donde estás.
A veces, ser feliz con el lugar donde estás es lo mejor que puedes hacer por ti y tu negocio.
«Acepta cada oportunidad».
La mayoría de los empresarios se dicen a sí mismos que cada oportunidad que se les presenta es grande, que no pueden perderla o se quedarán atrás.
Pero a veces, necesita decir «no» y centrarse en las oportunidades que serán mejores para usted y su negocio. No es que no estés dispuesto a asumir más responsabilidades, pero debes ser consciente de qué es lo que estás asumiendo.
También ten en cuenta cuánto trabajo tiene que hacer ya: si ya estás en tu límite, ¿por qué romperse para asumir más?
Es interesante, ¿no? Cuando está escrito así, ¡parecen mentiras tan obvias! Cuando te dices estas cosas en tu cabeza, se siente muy diferente.
Pero debes recordar que las mentiras que te dices a ti mismo como emprendedor son solo eso. Mentiras.
Son historias que te estás contando a ti mismo sobre lo que debes y no debes hacer. Aprende a decirte la verdad