La página web de un fisioterapeuta debería ser un elemento clave en su estrategia para captar más pacientes en la consulta, y no un adorno dentro del negocio, tan útil como un adorno de la sala de espera.
El principal error es centrarse solo en el aspecto visual de la página. Muchas veces nos perdemos en detalles visuales minúsculos y olvidamos una cosa: la página web debe atraer clientes, captarlos y convencerles de que eres el mejor.
Para evitarlo, te dejo los elementos que, sí o sí, debe tener tu web.
#1 Formas de contacto fáciles
No tengas miedo a poner tu teléfono, ni correo electrónico.
Cuanto más fácil sea comunicarse contigo, mucho mejor, y cuantos más variados, mucho mejor aún. Te dejo las que, al menos, deberías tener:
- Formulario de contacto
- Correo electrónico para escribirte directamente
- Enlace a WhatsApp. Es el más utilizado y la gente no quiere rellenar
- Un chat en vivo en el horario de oficina
Claro, dejando claro tus horarios de respuesta y qué tipo de consultas respondes o no.
Nota: Utiliza WhatsApp Business, no utilices el básico y encima en tu número personal
#2 Hablar al paciente, no a un colega
Un error muy grande que cometen muchas páginas web de fisioterapeutas, pero médicos en general, es hablar en clave médica, que solo entenderán otros colegas de profesión.
Escribes para personas que no saben, ni tienen por qué buscar qué significan las cosas, solo saben una cosa: les duele la espalda, tienen una lesión, un dolor o cualquier cosa, y buscan quién les puede ayudar.
No quieren saber cuánto sabes ni tu jerga. No, no les interesa en absoluto.
Procura dirigirte a tu paciente, con todo lo que ello ímplica. Te aconsejo mostrarle tu web a gente de otra profesión y te diga si ha entendido o no el texto.
#3 Fotografías de tu centro
Huye de las fotografías de stock como si tu vida dependiese de ello.
En serio. Las fotos de stock las usan todos: te quitan personalidad, te hacen ver como cualquier otro consultorio.
Aunque no sean las mejores fotografías, usa siempre fotografías propias, si puedes permitírtelo, contrata a alguien que las haga, pero busca tutoriales o guías de fotografía y hazlas con tu móvil.
Te dejo la diferencia. Esta es una imagen de stock descargada por cientos de miles de personas:

En cambio, esta está hecha por una persona de su consultorio en Málaga:

¿Cuál de las dos impacta más?
#4 Una forma de agendar una cita contigo
En internet la gente es impulsiva e inmediata, toma las decisiones de forma emocional y no de forma razonada.
Si lograste que una persona llegue a tu web, te lea y confíe en ti, no le hagas difícil el proceso para sacar una cita en tu consultorio.
No tienes que gastar dinero en una app, puedes crear un formulario en Google o utilizar Calendly, lo importante es que puedan tomar la decisión de inmediato.
Si solo agendas por teléfono, estás limitando mucho a tus pacientes.
#5 Testimonios (y no títulos)
Aunque no lo creas, a la gente le da igual cuántos diplomas tienes, dónde los obtuviste o cuántos folios de extensión tiene tu curriculum, el que llega a la web de tu clínica solo tiene una pregunta: ¿puedes ayudarme a recuperarme?
Según estudios, el 70% de las personas se ve influida por la opinión de otras personas al momento de contratar un servicio, y no tanto por el logotipo, la historia o posicionamiento del negocio.
Procura tener testimonios de pacientes, donde cuenten cómo estaban al llegar a tu consulta, las dudas que tenían y cómo están luego del tratamiento contigo.
En vídeo, texto, toma capturas de comentarios positivos en redes sociales, correos electrónicos, todos los que puedas.
Y claro, da contexto de cada uno de forma muy breve: «Fulanito de tal, llegó a la clínica con una neuropatía diabética y luego de 10 sesiones pudo volver a pasear sin dolor», por ejemplo.
#6 Describir tus servicios de forma individual
No escatimes en explicaciones.
En la página web de un fisioterapeuta debe entenderse qué, cómo, qué no y los tiempos en que un fisioterapeuta trabaja.
Sobre todo, porque profesiones del área médica compiten contra muchísima desinformación.
Crea una página por cada servicio que ofrezcas, y detalla:
- A quién puedes ayudar
- En qué consiste la terapia
- Tiempo o condiciones en las que notarán mejoría
- Dispositivos, tecnologías o métodos que utilizas en la terapia
Puedes hacerlo de dos formas: respondiendo a qué tratas, o por servicio.
Por ejemplo, si respondes a qué tratas, crearías una página para: dolor crónico, lesiones deportivas, etc.
¿Tienes alguna duda? Escríbeme, y si quieres que trabajemos juntos, mucho mejor aún.